Transitar el dolor
Mirar la vida de frente a veces duele y nos resistimos a aceptarla con todos sus matices, sus cambios, sus ritmos.
Vivimos en una sociedad donde desde pequeños, nos hacen creer que la felicidad es estar todo el tiempo sonriente, alegres y derrochando energía. Nos apegamos tanto a esto, que nos resistimos a aceptar la polaridad de la vida y su cambio constante. Por eso, nos volvemos rígidos y nos resistimos a nuestra propia naturaleza, que es cambiante. Y no digo que vivas expectante o con miedo a que algo malo te va a pasar, porque esto sería irte al otro extremo. Pero sería interesante que nos enseñaran a tener una actitud interna más apropiada y así enseñarnos a transitar las dificultades y el dolor, a aceptar que es parte de la vida, y que cada experiencia difícil nos llega para algo. Es parte de nuestra evolución, de nuestro aprendizaje y de nuestra maduración como personas. Seguro que sufriríamos menos.