El actitud interna en la práctica de yoga
Cuando comencé a practicar yoga, una de las cosas que me cautivó, fue como a medida que iba profundizando, era capaz de mirarme a mi misma con más detenimiento. Me daba cuenta de muchos detalles de mi personalidad, de cosas que hacia en mi día a día, como me trataba y mi dialogo interno conmigo misma.
Aunque al principio no me gustaba ver estas cosas, con el tiempo me sentí súper agradecida de esta información tan valiosa.
Poder ver estos comportamientos que tanto repercutían en mi vida, y abrirme a mirarlos, me ayudó a gradualmente y con mucha paciencia, ir aceptando y cambiando las cosas que me hacían sufrir, y tener una actitud más amorosa conmigo misma, de cuidado, de respeto, y saber donde están mis límites.
Son innumerables los beneficios que me aporta la práctica de yoga, pero una de las cosas que mas valoro, es el aprender a estar en presencia. Abrirme completamente a lo que está sucediendo, habitarme, estar en presencia sin discriminación, sin rechazar lo que incomoda. Por supuesto, que esto a veces no es nada fácil ponerlo en práctica.
Aunque es algo muy personal, generalmente cuando empezamos a practicar yoga, básicamente aprendemos a relacionarnos con nuestro cuerpo, y gradualmente vamos entrando más y más en planos más sutiles. Aunque he de decirte que me considero una eterna exploradora, y siempre se descubren cosas nuevas. Incluso a nivel físico, por mucho tiempo que uno lleve practicando, siento que la práctica está en constante evolución, y las posturas están vivas, ofreciendo siempre nuevas experiencias. Uno debe mantenerse siempre con una mente abierta y receptiva, disfrutando como un niño que está descubriendo la vida.
Cada clase, cada postura, siempre son únicas.
Más abajo comparto contigo unos cuantos videos cortos donde te hablo de estos aspectos.