¿Cuanto tiempo al día te dedicas a hacer actividades que alimenten tu espíritu? 

Nunca entenderé porque siempre ponemos nuestro bienestar emocional y espiritual en un segundo plano.

Desde pequeños nos enseñan a integrar rutinas y hábitos que están conectamos con nuestra higiene y bienestar físico, como si solo fuera eso lo que somos.

Nos educan a poner toda nuestra energía hacia  fuera, y como adultos a lo de dentro solo lo atendemos quizás cuando hayamos colapsado.

Ignoramos las necesidades más profundas que son en realidad las que nos van a enseñar a transitar las dificultades que tendremos que transitar si o si a lo largo de nuestra vida.

Conocerse profundamente y aprender a gestionar nuestras emociones debería ser una asignatura mas en el colegio y que nos enseñen a como estar más conectados a la vida,  a estar más en paz y a ser mejor personas.