¿Has tenido alguna vez la sensación de estar en lucha constante por ser tu mismo? ¿Te has sentido alguna vez bloqueado y te da miedo ir hacia un objetivo que te gustaría alcanzar? ¿Sientes que la vida es injusta y parece que todo el mundo a tu alrededor hace lo que quiere y es feliz menos tú?

Esto es más común de lo que nos imaginamos. Hay veces que nos da la sensación de que los demás consiguen siempre sus objetivos y nosotros estamos llenos de miedos. Parece que puede más nuestro parloteo y «boicoteador» interno que nuestro propio deseo.

¿Pero porqué te bloqueas? ¿qué mueve esta fuerza tan grande? ¿Qué te impide dar pasos hacia donde quieres ir? ¿te lo has planteado?

Esto es algo a lo que le he dado mucha vueltas a lo largo de mi vida y en lo que reflexiono muy a menudo. Sobretodo en los últimos años, ha cobrado más fuerza en mi, la idea de que todo el trabajo interior, todo el proceso de transformación, todos nuestros conflictos, lo siento siempre redireccionado siempre hacia a la auto aceptación.  Venimos a este mundo a ser nosotros mismos y esto es nuestra misión de vida. Nuestro propósito más elevado es llegar a serlo sin tapujos, sin miedo, libres de ser y estar en paz con uno mismo.

Cuando hayas leído esto quizás podrás pensar, ¿pero que me estás contando? Yo soy yo,  soy libre y hago lo que  quiero. Y en parte es verdad, pero no es tan sencillo como parece.  En realidad es un gran reto porque nos cuesta muchísimo aceptar nuestras partes más sombrías. Es más fácil mirar las de los demás y criticarlas, que mirarse las propias, aceptarlas y transformarlas si es posible.

Estamos completamente condicionados. Desde que nacemos somos moldeados por nuestros padres, a través de la educación que ellos mismos recibieron, de su propia evolución en la vida, de sus miedos y condicionamientos, por nuestros profesores,  la sociedad y cultura en la que hemos nacido, etc.

Y así, poco a poco, desde bien pequeños nos vamos creando un personaje que busca al final ser lo que ve en otros, olvidándose de si mismo.

Nos comparamos, competimos, juzgamos y criticamos porque creemos que seremos felices cuando alcancemos algo o seamos lo que en realidad no somos.

Y así según vamos creciendo, nos vamos alejando de nosotros mismos y vamos poniendo a un lado nuestro verdadero yo y nuestros verdaderos deseos, llegando a mayor con la sensación de no haber hecho lo que realmente querías. Hay personas que han puesto a un lado sus sueños por miedo,  otros porque en un momento dado asumieron una responsabilidad que era lo que se suponía tenían que hacer, otras ni se cuestionaban lo que querían,  otras porque se esperaba de ellos esto o aquello y su deseo hubiera sonado extraño en ese momento o porque lo que le hubiera gustado hacer quizás pensaban sus padres que no le iba a dar suficiente dinero, etc.

De ahí el gran desafío que supone ser uno mismo sin más.  Tienes que ser muy valiente.

Cuando te das cuenta que has vivido la vida que otros han querido , es en ese momento cuando empieza en proceso de des- aprender, el proceso de ir soltando capas y lastre para sencillamente “ser”. Honrar y agradecer lo que se nos ha dado y vivirlo. Sin miedo a ser juzgado o rechazado, ser genuino, saberse frágil y vulnerable y no pretender ser algo que no se es.

Comparto contigo este video que está relacionado con lo que te he contado. Espero que te ayude a reflexionar sobre tu situación personal.